ASÍ NACEN LOS ESPÍRITUS HAMBRIENTOS
Esta historia es cien por ciento de mi autoría, es una creación inspirada del relato sobre Origen del Festival de Los Espíritus Hambrientos, celebrado anualmente en Taiwán y con mucho valor tradicional.
El Origen
Hace mucho tiempo, en un pequeño pueblo en las montañas de Taiwán, se celebraba un Festival en Honor a los Antepasados. Aquella era una noche misteriosa del séptimo mes lunar, cuando los portales entre los mundos se abrían y los espíritus de los antepasados visitaban la tierra.
Preparativos
Los aldeanos se preparaban para la llegada de los espíritus. Encendían velas, quemaban incienso y recitaban mantras en los altares familiares. Las calles estaban adornadas con linternas rojas y amarillas, y los niños no podían salir de casa aquella noche, y los adultos esperaban la llegada de los espíritus de sus familiares
Rituales
En el centro del pueblo, se erigía un gran altar. Allí, los ancianos realizaban rituales para honrar a los antepasados. Ofrecían platos de comida: dumplings (餃子 – jiǎozi), frutas (水果 – shuǐguǒ), verduras (蔬菜 – shūcài) y carne (肉 – ròu). Los nombres de los antepasados se pronunciaban en voz alta, como si invocaran su presencia
El Sabio Lao Chen
Uno de los ancianos, el sabio Lao Chen, tenía una conexión especial con el mundo espiritual. Se decía que podía ver más allá del velo que separaba el mundo de los vivos con los muertos. Esa noche, Lao Chen se sentó junto al altar, sus ojos entrecerrados, concentrándose en el otro lado.
Los Espiritus
Los espíritus comenzaron a aparecer. Algunos eran sombras tenues, apenas visibles (Los olvidados por sus familiares), mientras que otros brillaban con una luz etérea (Aquellos queridos por generaciones). Lao Chen saludó con respeto ofreciéndoles comida y bebida. Los espíritus se acercaron, hambrientos y sedientos. Probaron los manjares con avidez, se dice que en el más allá solo te alimentas de energía.
El Espiritu de MeiLing
Cabe mencionar que no todos los espíritus eran pacíficos. Algunos llevaban consigo historias de dolor y tragedia. Por ejemplo, una joven llamada Mei Ling apareció, su vestido blanco manchado de sangre, con una energía oscura. Esta había muerto envenenada, y su espíritu aún vagaba, buscando respuestas.
Buscando Justicia
Lao Chen se acercó a Mei Ling. “¿Hija por qué no puedes encontrar la paz?” le preguntó. Mei Ling miró al anciano con ojos tristes. “Mi familia nunca supo la verdad de mi muerte”, susurró. “Fui asesinada por mi propio hermano, pero él lo ocultó. Quiero que se haga justicia”.
Los Jueces
El anciano asintió. “Te ayudaré”, prometió. Para esto invocó a los espíritus de los jueces y les presentó el caso de Mei Ling. Los jueces le dieron la misión a Lao Chen de que encuentre al hermano una vez terminado este festival y que los invoque una vez realizada su misión para juzgar al hermano.
La Noche Continua
Y así, la noche continuó, llena de historias de amor, traición y venganza. Los espíritus se desvanecieron poco a poco, felices por ver a sus generaciones, satisfechos por las ofrendas y las palabras de los vivos. Lao Chen miró al cielo estrellado y suspiró. “Hasta el próximo año”, murmuró.
Termina el Festival
El Festival de los Espíritus llegó a su fin. Los aldeanos se retiraron a sus casas, con la sensación de que habían conectado con sus antepasados y honrado sus memorias. Pero Lao Chen sabía que ahora estaba inmerso en una gran misión.
La Mision Inicia
Lao Chen, de acuerdo con su promesa, acabado el festival, se fue en busca del hermano de Mei Ling, luego arduos meses de búsqueda, finalmente lo encontró y lo confronto. Aquel hombre estaba temblando, sus ojos llenos de culpa. “Has cometido un gran pecado”, dijo Lao Chen con voz firme. “Tu hermana Mei Ling merece que tu familia sepa la verdad y se haga justicia”
El Encuentro con el Hermano
El hermano de Mei Ling se arrodilló ante el anciano diciendo. “Lo siento mucho, yo solo quería darle una lección, jamás pensé en que muriera”. “No puedo soportar la culpa. He vivido con este secreto durante años”. Lao Chen asintió. “Es hora de que enfrentes las consecuencias, te llevare ante los jueces espirituales y aceptaras tu castigo”, dijo.
El Juicio Inicia
Inmediatamente el anciano convocó a los espíritus de los jueces, Mei Ling también se hizo presente, su figura translúcida temblando de terror al ver a su hermano. Los jueces pidieron al hermano que explique su versión de los hechos, escucharon atentamente la historia del hermano de Mei Ling y pesaron su alma en la balanza de karma.
El Veredicto
Finalmente, pronunciaron su veredicto, dijeron en un coro escalofriante «Una vez cumplido tu ciclo de vida en el plano terrenal, no tendrás derecho al ingreso al mundo espiritual y tu castigo será vagar por el mundo por la eternidad, gracias a que confesaste la verdad se te otorgara probar comida y bebida solo una vez al año». Sin reclamos ni nada el hermano acepto.
Sellaron el Pacto
Finalmente, los jueces llamaron a toda la población y dijeron “De ahora en adelante, todo aquel inmerso en graves pecados en su vida terrenal, tendrá el mismo destino de aquel hombre juzgado”, Acto seguido el espíritu de Mei Ling se desvaneció en la luz. Lao Chen miró al cielo y suspiró. “La justicia ha sido servida”, dijo. “Mei Ling puede descansar en paz ahora”